Un amor flor es colorido y aromático. Florece al calor de cuidados y atenciones, con su dosis justa de riego. Y se marchita en su ausencia, porque el amor flor no es un amor salvaje: es de interior o de jardín. Puede ser estacional o perenne; vistoso o discreto; más o menos bello. Y extrañamente puede ser carnívoro.
Si encuentras un amor flor y lo llevas contigo, lo verás crecer y florecer; o también, lo podrás ver marchitar.
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