viernes, 10 de abril de 2009

Aishite













Recibo un SMS tuyo: “Quedamos a las 6 en el mirador sobre la Playa Larga. Aishite meru.” Me gustan tus sorpresas, tus citas inesperadas, tus visitas imprevistas.
¿Aishite meru?. Tecleo esas palabras en el buscador y me devuelve un te quiero. ¿Cómo las conoces?. Nunca me has escrito nada en japonés. Me gusta como juegas con las palabras en tus sms, en tus emails.
De forma apresurada salgo del trabajo y llego con unos minutos de antelación al mirador. La brisa agita tus cabellos pelirrojos. Me ves. La sorpresa agita tu cuerpo, tus manos. La confusión tus ojos glaucos.
La brisa seca las lágrimas de mis ojos mientras arrojo el móvil al mar. Aishite meru.

1 comentario:

  1. Es facil que broten verbos universales, como resulta facil dejarse llevar por la emocion mal disimulada cada vez que me encuentro contigo

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